PALABRA COMENTADA

 

domingo 22 de tiempo ordinario

Jeremías 20,7-9

REFLEXIÓN

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste

Un lenguaje fuerte y de gran apasionamiento erótico. Un lenguaje al servicio de la revelación, que no se sonroja. Lo hacemos nosotros. Una expresión que nos abre dimensiones insospechadas en la calidad de amor del Señor.

Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí

Ponerse del lado del Señor, por identificarse con Él, lleva a tomar sus intereses como propios y llevar la contraria al que sea. A hacerse tonto.

La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día

Es parte de la paga de andar con Él. Servir a su Palabra no es un lecho de rosas, aun para los menos aventajados en su estudio y dedicación.

Me dije: "No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre"; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía

Su palabra hace en nosotros morada, y es nuestra huésped, por más que nos incomode.

Salmo responsorial: 62

REFLEXIÓN

mi alma está sedienta de ti; / mi carne tiene ansia de ti

Seguirlo no es una experiencia placentera, enteramente.

Tu gracia vale más que la vida,

Se vive, con el labrado en el tiempo, de una actitud que nace de Él.

mi alma está unida a ti,

No se sabe de esta unión hasta que se experimenta. Una compañía especial, una calidad diferente.

Romanos 12,1-2

REFLEXIÓN

presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable

Hacerlo así da visos de un relación con el Señor. Muestra un estilo superior, una calidad diferente. Genera unas relaciones que generan paz y fraternidad.

no os ajustéis a este mundo

Por esta pertenencia al bando del Señor somos partícipes de la contracultura erigida sobre valores evangélicos.

trasformaos por la renovación de la mente

Un proceso dentro-fuera, endógeno, que parte de espacio sagrado humano hacia la cultura, que construye su decisión liberada de ataduras egoístas.

para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto

No hay manuales para iniciar en esta sabiduría. Es el proceso del Espíritu y el don del Señor. No todo lo que parece bueno, lo es, no todo lo que parece agradarle lo es, no todo lo que parece perfecto lo es. Viajamos por tierra de sombras y espejismos.

Mateo 16,21-27

REFLEXIÓN

tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día

La insistencia por frecuencia de este anuncio premonitorio, quizá en su momento, pero post-facto en lo redaccional, puede querer enfocar y subrayar para los escuchas creyentes bautizados y catecúmenos, la necesidad de hacerlo parte de nuestro propio itinerario de vida, como la brújula o el curso del sol en el cielo es un referente para la orientación del caminante.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte." Jesús se volvió y dijo a Pedro: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios."

Pedro aquí, por lo contrario, es el paradigma del desvío en el camino, quizá hasta por buena voluntad. Para evitar sufrimientos, se desiste de una misión y de un proyecto evangélico.

El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Porque sin cruz no hay membresía en este grupo de seguidores. Y qué es cruz en nuestro caso?

Qué es aquello, que por no asumirse, nos insta al desvío del Reino, del evangelio, de la fraternidad?

si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará

Donde salvarse no lo es: evitar el esfuerzo que requiere construir el reino.

¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?

Ésta siempre será la expresión que desmitifica el éxito, la fama y la celebridad, al modo de los medios de comunicación masiva del espectáculo, entre otros.

pagará a cada uno según su conducta

Pagar no es solamente un indicio de conciencia mercenaria que necesita un reconocimiento para su misión, sino la realización y perfección que se anhela profundamente en el corazón humano.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1698303843933536273?s=20

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Jeremías 20,7-9

Una experiencia de Dios como misión difícil: ser vocero de palabras que provocan rechazo y riesgo de muerte. De ahí la crisis que sobreviene en ese ministerio, que por otro lado, penetra tan profundo en el enviado que se asemeja a una quemazón insufrible dentro de sí.

Salmo responsorial: 62

No es agradable la sed, si el agua que la alivia no aparece o es difícil de conseguir. El agua es hoy un tema de Estado a nivel global: un símbolo significativo para la realidad de Dios entre los humanos.

Romanos 12,1-2

La experiencia de Dios pide una identidad adecuada, una mentalidad acorde, capaz de un ofrecimiento o servicio al bien evangélico

Mateo 16,21-27

Que la experiencia quemante de Dios sea el camino, no parece entenderlo Pedro, y no quiere que Jesús pase por eso en su ministerio. Pero más bien habla por sí y su propio proyecto, no el de Dios en Jesús, quien nos muestra estar claro del sentido de su misión: ser Palabra de Dios, aunque cueste lo que cueste. Se busca el servicio a la Palabra, que normalmente conlleva sufrimiento, crucifixión, pero también Resurrección.

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Domingo, XXII semana

San Agustín Sermón 23 A,1-4

Dichosos nosotros, si llevamos a la práctica lo que escuchamos y cantamos. Porque cuando escuchamos es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído es como si esta semilla fructificara. Empiezo diciendo esto, porque quisiera exhortaros a que no vengáis nunca a la iglesia de manera infructuosa, limitándoos sólo a escuchar lo que allí se dice, pero sin llevarlo a la práctica. Porque, como dice el Apóstol, estáis salvados por su gracia, pues no se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. No ha precedido, en efecto, de parte nuestra una vida santa, cuyas acciones Dios haya podido admirar, diciendo por ello: «Vayamos al encuentro y premiemos a estos hombres, porque la santidad de su vida lo merece». A Dios le desagradaba nuestra vida, le desagradaban nuestras obras; le agradaba, en cambio, lo que él había realizado en nosotros. Por ello, en nosotros, condenó lo que nosotros habíamos realizado y salvó lo que él había obrado. Nosotros, por tanto, no éramos buenos. Y, con todo, él se compadeció de nosotros y nos envió a su Hijo a fin de que muriera, no por los buenos, sino por los malos; no por los justos, sino por los impíos. Dice, en efecto, la Escritura: Cristo murió por los impíos. Y ¿qué se dice a continuación? Apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir. Es posible, en efecto, encontrar quizás alguno que se atreva a morir por un hombre de bien; pero por un inicuo, por un malhechor, por un pecador, ¿quién querrá entregar su vida, a no ser Cristo, que fue justo hasta tal punto que justificó incluso a los que eran injustos? Ninguna obra buena habíamos realizado, hermanos míos; todas nuestras acciones eran malas. Pero, a pesar de ser malas las obras de los hombres, la misericordia de Dios no abandonó a los humanos. Y Dios envió a su Hijo para que nos rescatara, no con oro o plata, sino a precio de su sangre, la sangre de aquel Cordero sin mancha, llevado al matadero por el bien de los corderos manchados, si es que debe decirse simplemente manchados y no totalmente corrompidos. Tal ha sido, pues, la gracia que hemos recibido. Vivamos, por tanto, dignamente, ayudados por la gracia que hemos recibido y no hagamos injuria a la grandeza del don que nos ha sido dado

REFLEXIÓN

Para corresponder con humildad a la gracia que se nos concedió gratuitamente, hemos de escuchar y practicar la obra buena con humildad, para no encallar en la soberbia de las obras que anteriormente nos autojustificaban, pero no nos libraban de nuestra corrupción. Este giro es posible – hacer con humildad la obra buena como correspondencia a la gracia- por la entrega de su vida de Jesús de Nazaret en la cruz, por lo cual fue exaltado.