jueves, 21 de noviembre de 2024

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS



 

Comienza la homilía de un autor del siglo II
(Caps 1, 1-2,7: Funk 1, 145-149)
Cristo quiso salvar a los que estaban a punto de perecer


Hermanos: Debemos mirar a Jesucristo como miramos a Dios, pensando

que él es el juez de vivos y muertos; y no debemos estimar en poco nuestra

salvación. Porque, si estimamos en poco a Cristo, poco será también lo que

426esperamos recibir. Aquellos que, al escuchar sus promesas, creen que se trata de dones mediocres, pecan, y nosotros pecamos también si desconocemos de

dónde fuimos llamados, quién nos llamó y a qué fin nos ha destinado y

menospreciamos los sufrimientos que Cristo padeció por nosotros.

¿Con qué pagaremos al Señor o qué fruto le ofreceremos que sea digno de lo

que él nos dio? ¿Cuántos son los dones y beneficios que le debemos? El nos

otorgó la luz, nos llama, como un padre, con el nombre de hijos, y, cuando

estábamos en trance de perecer, nos salvó. ¿Cómo, pues, podremos alabarlo

dignamente o cómo le pagaremos todos sus beneficios? Nuestro espíritu estaba

tan ciego que adorábamos las piedras y los leños, el oro y la plata, el bronce y

todas las obras salidas de las manos de los hombres; nuestra vida entera no era

otra cosa que una muerte. Envueltos, pues, y rodeados de oscuridad, nuestra

vida estaba recubierta de tinieblas, y Cristo quiso que nuestros ojos se abrieran

de nuevo, y así la nube que nos rodeaba se disipó.

El se compadeció, en efecto, de nosotros y, con entrañas de misericordia, nos

salvó, pues había visto nuestro extravío y nuestra perdición y cómo no podíamos esperar nada fuera de él que nos aportara la salvación. Nos llamó cuando nosotros no existíamos aún y quiso que pasáramos de la nada al ser.

Alégrate, la estéril, que no dabas a luz; rompe a cantar de júbilo, la que no

tenías dolores: porque la abandonada tendrá más hijos que la casada. Al decir:

Alégrate, la estéril, se refería a nosotros, pues estéril era nuestra Iglesia antes de que le fueran dados sus hijos. Al decir: Rompe a cantar, la que no tenías dolores, se significan las plegarias que debemos elevar a Dios, sin desfallecer, como desfallecen las que están de parto. Lo que finalmente se añade: Porque la abandonada tendrá más hijos que la casada, se dijo para significar que nuestro pueblo parecía al principio estar abandonado del Señor, pero ahora, por nuestra fe, somos más.numerosos que aquel pueblo que se creía posesor de Dios.

Otro pasaje de la Escritura dice también: No he venido a llamar a los justos,

sino a los pecadores. Esto quiere decir que hay que salvar a los que se pierden.

Porque lo grande y admirable no es el afianzar los edificios sólidos, sino los que

amenazan ruina. De este modo, Cristo quiso ayudar a los que perecían y fue la

salvación de muchos, pues vino a llamarnos cuando nosotros estábamos ya a

punto de perecer.


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