Martes 25
de tiempo ordinario Año Par
Proverbios 21, 1-6. 10-13
REFLEXIÓN
Practicar
el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios
Un proverbio en la literatura bíblica
es un mashal: un dicho que tiene impacto y nos persuade a una acción. Es como
una consigna.
Es como un llamado al que nos
sometemos con docilidad y emprendemos el camino del objetivo señalado.
La fuerza del impacto no se le tiene
que atribuir, ni en este ni en otros casos de la Palabra, exclusivamente a la
inspiración del Espíritu de Dios, sino también a la fuerza y la belleza de la
expresión humana.
Así se comprende que literatura no
religiosa, meramente literaria o de autoayuda pueda inspirar acciones nobles. Y
no sólo literatura, sino toda obra de arte que brota de la
inspiración humana y no está contaminada por el burdo interés
comercial.
Sin embargo, para la visión profunda
y de largo alcance de la fe bíblica, es el Señor quien tiene los hilos del
tejido vital de la existencia humana. Y en una y otra forma somos de él, no
como marionetas, sino con la dignidad de hijos, co-propietarios, colaboradores.
En el dicho que se seleccionó se remarca
la justicia y el derecho, que este proverbio trae de la literatura profética,
con ecos de Amós, Jeremías y otros.
Eso quiere decir que la insistencia
de esas voces de la Palabra en palabra humana habían calado lo suficiente para
que se entendiera en la vida común y corriente, cuál es el verdadero sacrificio
agradable al Señor.
Justicia y derecho es una endiadis:
figura retórica por la que se hace un solo concepto de dos nombres, aunque los
matices se pueden mantener. Así miro el derecho desde la justicia y la justicia
desde el derecho, pero
ambos configuran una competencia de la persona justa.
Salmo responsorial: 118
REFLEXIÓN
Enséñame a cumplir tu voluntad /
y a guardarla de todo corazón
Caemos en cuenta mientras vamos viviendo
que esa competencia es ardua de mantener y que requerimos ser enseñados
constantemente a ser justos para guardar la justicia y el derecho.
Porque es un aprendizaje que hay que
hacer con el corazón, no con un concepto teórico. Y el corazón humano es
volátil.
Lucas
8,19-21
REFLEXIÓN
vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos
"Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren
verte."
Ser familia de Jesús
no parece ser muy reconocido entre los que lo rodeaban o Jesús mismo no les
otorga tanta importancia.
Podríamos considerar a Jesús como un
ingrato y hasta falto de piedad, porque no guardaba para su madre en concreto,
el afecto debido y acostumbrado.
La nueva familia y los nuevos lazos
de parentesco surgen para los seguidores de Jesús de su contacto y aceptación
vital de la Palabra.
No es ya el sacrificio del Templo el
fundamento, sino la Palabra de Dios.
Otro tanto habría que re-pensar para
la variada concepción familiar del presente.
Sin un fundamento del Espíritu, más
allá de lo legal normativo, cualquier modelo de familia puede volverse
disfuncional.
Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y
la ponen por obra."
Pero no se trata de consideraciones
familiares sino de prioridades
en el mensaje evangélico.
La ocupación primordial es el Reino
del Padre, el único familiar permanente y perdurable más allá de esta
existencia y desde ella misma.
Y nuestro Padre Dios que nos enseña
justicia y derecho, para que lo practiquemos, ubicará en su sitio nuestros
lazos familiares.
La nueva familia, la nueva humanidad,
el nuevo parentesco: son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en
práctica.
Eso
vivía Jesús de Nazareth.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1572194895711936517?s=20&t=Lai5-z-OC1080fI3ZmtoNQ
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