martes, 20 de septiembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Martes 25 de tiempo ordinario Año Par

 

Proverbios 21, 1-6. 10-13



REFLEXIÓN

Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios

 

Un proverbio en la literatura bíblica es un mashal: un dicho que tiene impacto y nos persuade a una acción. Es como una consigna.

 

Es como un llamado al que nos sometemos con docilidad y emprendemos el camino del objetivo señalado.

 

La fuerza del impacto no se le tiene que atribuir, ni en este ni en otros casos de la Palabra, exclusivamente a la inspiración del Espíritu de Dios, sino también a la fuerza y la belleza de la expresión humana.

 

Así se comprende que literatura no religiosa, meramente literaria o de autoayuda pueda inspirar acciones nobles. Y no sólo literatura, sino toda obra de arte que brota de la

 

inspiración humana y no está contaminada por el burdo interés comercial.

 

Sin embargo, para la visión profunda y de largo alcance de la fe bíblica, es el Señor quien tiene los hilos del tejido vital de la existencia humana. Y en una y otra forma somos de él, no como marionetas, sino con la dignidad de hijos, co-propietarios, colaboradores.

 

En el dicho que se seleccionó se remarca la justicia y el derecho, que este proverbio trae de la literatura profética, con ecos de Amós, Jeremías y otros.

 

Eso quiere decir que la insistencia de esas voces de la Palabra en palabra humana habían calado lo suficiente para que se entendiera en la vida común y corriente, cuál es el verdadero sacrificio agradable al Señor.

 

Justicia y derecho es una endiadis: figura retórica por la que se hace un solo concepto de dos nombres, aunque los matices se pueden mantener. Así miro el derecho desde la justicia y la justicia desde el derecho, pero

ambos configuran una competencia de la persona justa.

 

Salmo responsorial: 118

 


 

REFLEXIÓN

 

Enséñame a cumplir tu voluntad / y a guardarla de todo corazón

 

Caemos en cuenta mientras vamos viviendo que esa competencia es ardua de mantener y que requerimos ser enseñados constantemente a ser justos para guardar la justicia y el derecho.

 

Porque es un aprendizaje que hay que hacer con el corazón, no con un concepto teórico. Y el corazón humano es volátil.

 

 

Lucas 8,19-21


 

REFLEXIÓN

 

vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos

 

"Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte."

Ser familia de Jesús no parece ser muy reconocido entre los que lo rodeaban o Jesús mismo no les otorga tanta importancia.

 

Podríamos considerar a Jesús como un ingrato y hasta falto de piedad, porque no guardaba para su madre en concreto, el afecto debido y acostumbrado.

 

La nueva familia y los nuevos lazos de parentesco surgen para los seguidores de Jesús de su contacto y aceptación vital de la Palabra.

 

No es ya el sacrificio del Templo el fundamento, sino la Palabra de Dios.

 

Otro tanto habría que re-pensar para la variada concepción familiar del presente.

 

Sin un fundamento del Espíritu, más allá de lo legal normativo, cualquier modelo de familia puede volverse disfuncional.

 

Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra."

 

Pero no se trata de consideraciones familiares sino de prioridades en el mensaje evangélico.

 

La ocupación primordial es el Reino del Padre, el único familiar permanente y perdurable más allá de esta existencia y desde ella misma.

 

Y nuestro Padre Dios que nos enseña justicia y derecho, para que lo practiquemos, ubicará en su sitio nuestros lazos familiares.

 

La nueva familia, la nueva humanidad, el nuevo parentesco: son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

 

Eso vivía Jesús de Nazareth.

 

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1572194895711936517?s=20&t=Lai5-z-OC1080fI3ZmtoNQ

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